domingo, 29 de agosto de 2010

La vía recreactiva y la esperanza

Dedico este post a mi abuela, quien en tiempos pasados, pronto se dió cuenta que yo era un tipo completamente desesperanzado y esto la conmovía profundamente.

Hoy domingo decido asistir despuès de un tiempo de no hacerlo a la vía recreactiva, un tramo de la cual pasa a menos de una cuadra de mi casa, en la que es para mí la mejor colonia de todo guanatos, Chapalita.

Presa de un inusual ataque de prendidez logré zafarme del influjo mágico de la caja tonta y le propuse a mi hijo menor que lleváramos a inflar su bicicleta y la de su hermana a la gasolinera más cercana para salir posteriormente a dar una vuelta en la vía dominical, a lo cual aceptó entusiasta ya que andar en bicicleta es una de las actividades que más le gusta y que yo mas disfruto compartir con él a sus escasos 3 años y medio.

Mi bicicleta estaba oxidada y por demás ruinosa, como siempre, pero casi funcional.

Andar por la calle sin preocuparnos por los autos, al lado de mi cachorro, ambos sobre ruedas, me produce una dicha duradera y una sensación de bienestar profundo que dura todavía mientras escribo, sudado y contento, esta crónica. Serán las endorfinas combinadas con el amor paterno-filial.

No sé si por haber dejado por un tiempo bastante largo de ejercitarse o simplemente por bolsón, a los 7.5 minutos me aplicó la de " papi ya estoy muy cansado, me duelen las piernas, los brazos, etc. etc. etc, me quiero ir ya a la casa". En lugar de frustrarme como en tiempos pasados, simplemente lo alenté para que lograra llegar a la casa y me dediqué a reforzar lo positivo de que hubiéramos idos juntos al mini paseo y lo bien que andaba en su bicicleta como si fuera un niño grande.

No cabe duda que cuando uno se baja por un momento del alucine sin fin del perfeccionismo y de no estar en el aqui y ahora, las cosas fluyen bien y uno puede solo disfrutar y desear lo que se tiene.

Me decidí a escribir esta crónica tapatía poco después de dejar a mi chamaco en casa, al cuidado de su devota madre, para poder irme Yo solo a dar una vuelta con fines de ejercitar mi cuerpo por demás entumido después de toda una semana de estar sentado dando clicks frente al ordenador durante 8 ó más horas al día. Sobra decir que mi cuerpo todavía me sigue agradeciendo, mientras estoy de nuevo frente al ordenador, el haber escuchado sus súplicas para que movierámos el esqueleto.

Sin duda las mejores crónicas son las que nacen de la experiencia directa de la urbe, y son escritas poco después de lo vivido, con la impronta aún fresca y las ideas prestas para ordenarse y ser escritas.

La vía recreactiva es un espacio de civilidad y un modelo de convivencia urbana admirable donde lo mismo encuentro bebés, que jóvenes y ancianos de todas las clases socioeconómicas persiguendo el mismo objetivo común: dominguear y pasarla a toda madre mientras hacen ejercicio despreocupadamente.

Este paseo dominical claramente saca lo mejor de nosotros como tapatìos. No sè a quien se le ocurrió esta idea a todas luces genial y bastante bien organizada y ejecutada, quien quiera que haya sido no puedo menos que felicitarlo.

Si que están chidas las endorfinas, verdaderamente.

Mientras observaba montado en mi bicicleta, recorriendo arriba y abajo por Avenida Tepeyac me daba cuenta como este evento que ocurre en mi ciudad es un modelo de esperanza, y de como los tapatíos-mexicanos sí podemos organizarnos para estar bien y que las cosas funcionen, de una manera simple y ordenada.

Un evento puramente altruista, que fomenta la convivencia, la unión familiar y el que la gente se ejercite me parece un acierto que no se da muy a menudo en tapatilandia.

Si tan solo pudiéramos contagiar de este espíritu a otros ámbitos de nuestra vida en la urbe estoy seguro que las cosas serían completamente distintas y tendríamos mucho menos caos y menos problemas derivados del egoìsmo rampante que nos tiene enfrentados como ciudadanos.

En este momento que puedo comprobar que algo tangible en mi ciudad y en mi paìs puede funcionar bien, no puedo evitar el pensar en mi abuela, al darme cuenta que en este momento de mi vida, puedo decir que tengo algo de esperanza en mi, y que creo que no todo esté perdido.

Tengo que irme ahora, mi hijo está pintando con acuarelas y reclama mi presencia antes de hacer un completo desmadre. Creo que es el primer post de este blog que no está motivado en el humor negro y en quejarme de guanatos, pinches endorfinas tengo que procurarselas a mi celebro mas seguido.....

martes, 24 de agosto de 2010

El fútbol es la única religión que no tiene ateos.

-El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes -
Arrigo Sacchi, entrenador italiano del gran Milan de finales de los 1980



El día de hoy, pienso escribir sobre el futbol, un hecho social que levanta pasiones, y como la maldita humedad, también está por todos lados.
Vivo en una ciudad futbolera, en un país futbolero y también ¿por qué no? en un mundo futbolero……. Y tengo que decir que no es que no me guste, si no que verdaderamente lo detesto.

El post de hoy estará dedicado a la colección de reflexiones cuasi filosóficas que he ido acumulando a través de mi vida y todas las etapas que recorrí hasta el momento al tener que relacionarme con miles de personas que ponen a ese deporte en lo más alto de su escala de valores.

Antes que nada y para que sirva en mi descarga, cosa que no sucederá, quiero decir que entiendo perfectamente la pasión humana y la respeto casi en todas sus modalidades, lo que me parece risible es que sea hacia algo tan banal y francamente aburrido como el fut. (En fin, si tenía digamos 100 conocidos y después de publicar esto me quedan 30, no creo que el curso de mi vida o la de ellos se altere en lo más mínimo (Lo bueno es que de mis camaradas ninguno tiene esta por demás popular afición).

Todo comenzó en la primaria cuando en los recreos y con el afán de sentir el calor del rebaño y ser aceptados por mi compañeritos fresas del Cervantes, intenté durante una temporada jugar fut con ellos en el recreo, con resultados más bien mediocres que otra cosa. He de decir que nunca entendí la mística del juego y mis habilidades físicas no eran digamos óptimas por aquel entonces (ni ahora tampoco). Creo que ser bueno para el fut era como la cereza del pastel dentro del combo de ser fresita, güerito y guapo y que te metieran mano los maristas. Digamos que yo cultivaba intereses un tanto cuanto marginales para ese entorno. Misma situación ocurrió en el club social al que frecuentábamos gracias a mis padres, ahí las actividades se volvieron más y más marginales y el fut dejó de ser siquiera una posibilidad.

Fue hasta después que me daría cuenta cabal que el fútbol, sumado a la iglesia católica y a televisa constituían una trinidad cuasi satánica que tenía hundido al país en una miseria vergonzante. Si de lo que se trata es que la gente ni de pedo piense o se cuestione algo, Señores una sincera felicitación para esta santísima trinidad mexicana. Que buen trabajo.

El mundial que acaba de ocurrir

Debo decir que no ví un solo partido completo, ni siquiera los de México y eso que durante uno de ellos tuve una carne asada en mi propia casa, en combinación con la transmisión vía la caja idiota. Y a mucha honra, ya que en esta ocasión no me sentí ni siquiera un poco obligado a malgastar mi tiempo con mis invitados en semejante ocupación. Creo que lo más chido del mundial era cuando toda la runfla de tapatíos se embotellaba en las calles tratando de llegar a cualquier lugar a ver algún juego, y ya después la ciudad quedaba a toda madre, todo mundo embruteciéndose de alcohol hasta más no poder con sus seres queridos. Verlos agobiadísimos por no poder llegar era algo que me daba ganas de reír y llorar al mismo tiempo, sublime pues. Suspiro y cambio de párrafo.

De pura puntada entré a una quiniela mundialista en una de mis chambas, una vez más por no desentonar y por no llamar la atención hacia mi ser antisocial, buen chiste. Durante todo el piche mundial no pude recordar que equipos tenía asignados, y siempre preguntaba si jugaba alguno de los míos para fingir alguna emoción positiva o negativa, sin éxito alguno. Claro que al final ni siquiera pagué la maldita quiniela y mis compañeros quedaron más confundidos sobre mis intenciones.
Nunca olvidaré el comedor repleto de la empresa, a reventar de raza con el alma en un hilo viendo 2 mega pantallas y rugiendo intensamente mientras yo era el único que comía despreocupado, dándole la espalda a la perrada, a las pantallas y al mundo entero, absorto en mis meditaciones. Más de un compañero me llamó la atención fuertemente acerca de mi falta de, digamos, participación.

El fut y la intelectualidad

No voy a caer aquí en presentar al fut como sinónimo de la falta de cultura y de desarrollo, cosa que lo es y que sostuve por muchos años con resultados variopintos. He superado esta postura y ya no respondo a la pregunta de si me gusta el futbol, que no, que yo prefiero leer y cultivar mi espíritu, o alguna mamada más ofensiva. No, no lo hago más aunque en mi fuero interno lo crea. Cada quien sus pendejadas como decía un tío mío, solo que no pretendan que a uno le guste a huevo el evento de los 22 macacos corriendo tras un coco para patearlo dentro de una red sin usar las manos. A ellos les gusta y a mí no, punto. Tenemos aquí un ejemplo de tolerancia que estoy seguro si se replicara no estaríamos echándonos granadazos mutuamente. Porque digámoslo claro, es un hecho consumado que si uno no participa de la fiesta futbolera o tiene de jodido un equipo favorito, la gente lo mira a uno con franca sospecha y hasta con desprecio. La discriminación se da, ahora podemos comprobarlo claramente en ambas direcciones. Ellos sospechan que yo soy un bicho raro y un pseudo intelectual wannabe culturoso de mierda, y yo que les gusta un deporte que fomenta que el gobierno los controle, aburrido, básico y verdaderamente intrascendente. Hasta aquí todos felices. Muchos años tuve lista mi respuesta sobre un equipo favorito y la gente me dejó en paz, ahora solo guardo silencio hasta que se dan cuenta que mi falta de interés es patente, como en el caso de la quiniela y el partido del comedor de la empresa.

El fut y el billete

No nos engañemos, no se necesita un doctorado en Matemáticas para darse cuenta que en este deporte lo que rifa es el billete y en grandes cantidades, el resto es paja e incautos que aportan lo necesario.

Pensamientos misceláneos

Durante el mundial puse en el estado de mi Messenger que estaba hasta la madre y quería que terminara ipso facto tanto pinche ruido de vuvuzelas al respecto. He de decir que los comentarios recibidos no fueron ni siquiera cercanos a algo amable. Hubo desde ofendidos hasta juicios directos acerca de mi alma y la calidad del comportamiento de mi madre. Y A ella claro que ni le gusta el fut. Que si era yo un amargado, nada nuevo, que si era un culero, ok a veces, que si que falta de espíritu, etc. etc. etc. La mayoría comentarios soporíferos de reacción hacia algo en lo que yo tengo todo el derecho. A la chingada con su mundial, pongámonos a ver como organizamos diferente el cochinero de mundo que tenemos. Si amargado, culero, bla, bla. Todo eso.

Quiero confesar para regodearme nuevamente lo siguiente. Cuando más emocionados estábamos como nación que si pasábamos a cuartos de final y así (¿pasamos o no? Casi puedo afirmar que no) como ocurre en todos los mundiales desde que era un chaval, estuve a punto de hacer una campaña de oración masiva para que perdiéramos de una puta buena vez, solo para poder ver las caritas de todos mis connacionales, con rayitas pintadas de la bandera nacional, ponerse largas, largas, y tristes casi hasta las lágrimas. Carajo tanta tensión es mejor que se resuelva y pronto.
Este punto ya es un cliché del tamaño de Chihuahua pero no puedo dejar de hacer notar lo patético del alma mexicana, reflejado en las esperanzas de ganar en algo, y como un flashback ir a toda madre, muy emocionados para al final perder irremediablemente. Es tragicómico y muy ilustrativo del espíritu nacional. Lo vengo presenciando desde que tengo uso de memoria y en todos los ámbitos de acción, no solo el deportivo.

Vivo en una ciudad futbolera, en un país futbolero y también ¿por qué no? en un mundo futbolero……. Pero la diferencia es que ahora, después de haber escrito esto ya no tengo que tener ninguna postura al respecto. Será mejor guardar silencio o volver a decir que le voy a las chivas o al atlas.

viernes, 20 de agosto de 2010

Guadalajara agridulce

He decidido retomar mi blog.

Creo que es un lujo que debo permitirme ya que es algo que me divierte e interesa mucho como proyecto. Todo lo que va de este año me sometí a mi mismo a un ritmo workaholico de vida en el cual por supuesto no había tiempo que perder para ponerse a vertir estupideces y todavia tratar de que tuvieran una hilación lógica y que dieran risa, Malamente.

Confieso que al ver el contador que instalé para saber si alguien en el mundo visitaría las crónicas tapatías y comprobar que tiene más de 1400 visitas me puse a pensar en como chingados ocurrió tal cosa, y terminé con el ego acariciado y orgulloso de algo extremadamente impreciso. Sé que el facebook ayudó bastante, y ahora que lo odio me cuestiono si postear nuevamente cada nueva crónica en esa chingadera del demonio, cosa que seguramente haré ya que si bien lo odio y cerré mi cuenta por lo menos 4 veces, también me doy cuenta que la adicción que causa toda la estúpida tecnología es mayor de lo que los que nos embarcaron en ella pensaron alguna vez.

Fuí presa también del terror que se siente al sentarse ante la pantalla en blanco y descubrir que mis ideas y vivencias acerca de vivir en guanatos eran quizá demasiado limitadas. Se acabó el chiste fácil, el humor negro y el sarcasmo que confieso arrancó alguna que otra risa en mí y en algunos otros lectores de este experimento. En buena parte también por eso suspendí la escritura

Debo también decir que este blog estuvo a punto de convertirse en un blog sobre comida y restaurantes, pinches gringos con su colonizacion cultural a traves de la tele, pero al final tuve la congruencia interna de volver a lo que originó este ejercicio aunque Algún día haré ese blog gourmet estoy seguro.

Tuve miedo de que lo escrito no fuera lo suficientemente bueno y ahora lo digo sonoramente: ! a la mierda con todo esto! voy a escribir lo que pueda, cuando pueda ya que a fin de cuentas el propósito inicial nunca fué ser una pinche lumbrera literaria. en el siguiente párrafo recupero para tener muy presente el primer post en donde inaugure solementemente este honorable espacio :


- Describir mis vivencias como habitante de la metrópoli, desde un punto de vista relajado y anecdótico.

- poner un post mínimo por semana



Una vez terminado este paréntesis onda nena delicada y cursi, que a nadie le importa un pito estoy seguro, más que a mí. ( Lo bueno es que es mi blog así que puedo postear lo que me dé mi chingada gana) Acompáñenme al post de hoy que trata acerca de la Guadalajara agridulce que hoy me da por sentir cuando salgo a la calle.


Guadalajara Agridulce


Despúes de tanto tiempo de vivir en Guanatos, y haber pasado por largas temporadas en que la odié intensamente, ahora me descubro contento de vivir aquí y apreciando las muchas cosas chidas que la ciudad tiene y poco me doy la oportunidad de apreciar cotidianamente.

Si bien es muy difícil pasar por alto el pésimo diseño urbano, la contaminación rampante de aguas y cielos, el tráfico de mierda que se ha vuelto el tema número uno de conversación y la actitud pusilánime y retrógada de la mayoría de sus
moradores, Guanatos tiene un no se qué que a mi la verdad me gusta bastante.



Nos hemos vuelto, a nuestro pesar, una ciudad enorme con todo lo positivo que esto trae. Empezamos a experimentar el anonimato liberador de vivir en una ciudad de millones de personas, contrastando con el pasado en el cual Guanatos era un pañuelo y todo el pinche mundo estaba emparentado o se conocia de alguna manera entre si. Con su permiso voy al baño a vomitar y regreso.....

cada vez más puedo decir que en Guanatos hay de todo, en cuanto a personas e ideologias diferentes, cosas raras y cosas conservadoras, diversiones e intereses para todo tipo de conciencias.

Ahora pugnamos por ser de nuevo un pueblo bicicletero, pero esta vez con conciencia y dignidad y como alternativa a la tiranía del automóvil.

Hay un chingo de árboles y cada vez se come mejor.( La sección de comida callejera es magnífica)

Guadalajara me da risa, mucha risa.


Fuimos desde los 80´s una narco ciudad modelo, donde pasado el periodo inicial de violencia, todo fue miel sobre hojuelas. siempre hubo maletas llenas de dólares para lavar, mucha prosperidad y pocas de las desventajas de tener asentado el fenómeno de manera completamente acordada y cuasi legal.

Ahora que aparece gente embolsada y descuartizada por las esquinas es que pretendemos estar sorprendidos y poner el grito en el cielo. Todas las personas que conozco tienen alguna teoria sobre lo que esta ocurriendo en la " plaza" unas teorias son mejores que otras, pero a todos nos encanta chismorrear cual patys chapoys del tema, en el cual nadie sabe nada y a todos nos fascina el morbo.

La cultura es propiedad de una sola persona, y de su grupo, asi como la educacion superior estatal. Emilio y sus compinches panistas tratan con muchisimo éxito de apoderarse de todo lo demás, hay unas cuantas familias ricachonas jetseteras que le dan tambien color a la ciudad, y por supuesto, del lado de la perrada millones de personas que la pasan pesimo económicamente, pero tienen a su familia y siempre a la mano una risa sincera o una caguama con su torta ahogada y una tele para evadirse viendo el futbol. Todo esto bajo el manto de la iglesia católica, que domina completamente a los arriba mencionados, comandada por el cardenal, persona de exquisitos valores y maneras. Casi Olvido mencionar a los ricos nuevos y sus estadios de fútbol qeu obtuvieron vendiendo polvitos nutritivos que le dan un toque aún más irreal.


Guanatos es un pinche coctel irreconciliable de elementos que al final lucen bien y no saben del todo mal. como coexistimos en relativa paz es algo que aún me sigo cuestionando. Es como una especie de dolor soportable del que no te puedes deshacer y que de tanto tenerlo te acaba gustando. No cabe duda que la línea entre el dolor y el placer es muy delgada acá en tapatilandia.

A mi lo que más me gusta es salir a la calle a ver a los tapatíos interactuar y mezclarse unos con otros, juro que es mejor que ir al cine o al teatro. Aqui encuentras personajes increíbles como salidos de un libro raro o un cuento de ficción. Aquí el surrealismo se da a flor de piel, en los colores, en la comida y en la psique de la gente.

Ahora me quejo mucho menos de Guanatos y trato de exponer a mis hijos lo más posible a esta Guanatos agridulce que me cobija y a la que pertenezco casi con orgullo.

Acabo de recordad lo complejo que es escribir una crónica y estoy tratando de no latiguearme por el resultado, sino congratularme por estar nuevamente online.

proximo post sobre el futbol.