martes, 24 de agosto de 2010

El fútbol es la única religión que no tiene ateos.

-El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes -
Arrigo Sacchi, entrenador italiano del gran Milan de finales de los 1980



El día de hoy, pienso escribir sobre el futbol, un hecho social que levanta pasiones, y como la maldita humedad, también está por todos lados.
Vivo en una ciudad futbolera, en un país futbolero y también ¿por qué no? en un mundo futbolero……. Y tengo que decir que no es que no me guste, si no que verdaderamente lo detesto.

El post de hoy estará dedicado a la colección de reflexiones cuasi filosóficas que he ido acumulando a través de mi vida y todas las etapas que recorrí hasta el momento al tener que relacionarme con miles de personas que ponen a ese deporte en lo más alto de su escala de valores.

Antes que nada y para que sirva en mi descarga, cosa que no sucederá, quiero decir que entiendo perfectamente la pasión humana y la respeto casi en todas sus modalidades, lo que me parece risible es que sea hacia algo tan banal y francamente aburrido como el fut. (En fin, si tenía digamos 100 conocidos y después de publicar esto me quedan 30, no creo que el curso de mi vida o la de ellos se altere en lo más mínimo (Lo bueno es que de mis camaradas ninguno tiene esta por demás popular afición).

Todo comenzó en la primaria cuando en los recreos y con el afán de sentir el calor del rebaño y ser aceptados por mi compañeritos fresas del Cervantes, intenté durante una temporada jugar fut con ellos en el recreo, con resultados más bien mediocres que otra cosa. He de decir que nunca entendí la mística del juego y mis habilidades físicas no eran digamos óptimas por aquel entonces (ni ahora tampoco). Creo que ser bueno para el fut era como la cereza del pastel dentro del combo de ser fresita, güerito y guapo y que te metieran mano los maristas. Digamos que yo cultivaba intereses un tanto cuanto marginales para ese entorno. Misma situación ocurrió en el club social al que frecuentábamos gracias a mis padres, ahí las actividades se volvieron más y más marginales y el fut dejó de ser siquiera una posibilidad.

Fue hasta después que me daría cuenta cabal que el fútbol, sumado a la iglesia católica y a televisa constituían una trinidad cuasi satánica que tenía hundido al país en una miseria vergonzante. Si de lo que se trata es que la gente ni de pedo piense o se cuestione algo, Señores una sincera felicitación para esta santísima trinidad mexicana. Que buen trabajo.

El mundial que acaba de ocurrir

Debo decir que no ví un solo partido completo, ni siquiera los de México y eso que durante uno de ellos tuve una carne asada en mi propia casa, en combinación con la transmisión vía la caja idiota. Y a mucha honra, ya que en esta ocasión no me sentí ni siquiera un poco obligado a malgastar mi tiempo con mis invitados en semejante ocupación. Creo que lo más chido del mundial era cuando toda la runfla de tapatíos se embotellaba en las calles tratando de llegar a cualquier lugar a ver algún juego, y ya después la ciudad quedaba a toda madre, todo mundo embruteciéndose de alcohol hasta más no poder con sus seres queridos. Verlos agobiadísimos por no poder llegar era algo que me daba ganas de reír y llorar al mismo tiempo, sublime pues. Suspiro y cambio de párrafo.

De pura puntada entré a una quiniela mundialista en una de mis chambas, una vez más por no desentonar y por no llamar la atención hacia mi ser antisocial, buen chiste. Durante todo el piche mundial no pude recordar que equipos tenía asignados, y siempre preguntaba si jugaba alguno de los míos para fingir alguna emoción positiva o negativa, sin éxito alguno. Claro que al final ni siquiera pagué la maldita quiniela y mis compañeros quedaron más confundidos sobre mis intenciones.
Nunca olvidaré el comedor repleto de la empresa, a reventar de raza con el alma en un hilo viendo 2 mega pantallas y rugiendo intensamente mientras yo era el único que comía despreocupado, dándole la espalda a la perrada, a las pantallas y al mundo entero, absorto en mis meditaciones. Más de un compañero me llamó la atención fuertemente acerca de mi falta de, digamos, participación.

El fut y la intelectualidad

No voy a caer aquí en presentar al fut como sinónimo de la falta de cultura y de desarrollo, cosa que lo es y que sostuve por muchos años con resultados variopintos. He superado esta postura y ya no respondo a la pregunta de si me gusta el futbol, que no, que yo prefiero leer y cultivar mi espíritu, o alguna mamada más ofensiva. No, no lo hago más aunque en mi fuero interno lo crea. Cada quien sus pendejadas como decía un tío mío, solo que no pretendan que a uno le guste a huevo el evento de los 22 macacos corriendo tras un coco para patearlo dentro de una red sin usar las manos. A ellos les gusta y a mí no, punto. Tenemos aquí un ejemplo de tolerancia que estoy seguro si se replicara no estaríamos echándonos granadazos mutuamente. Porque digámoslo claro, es un hecho consumado que si uno no participa de la fiesta futbolera o tiene de jodido un equipo favorito, la gente lo mira a uno con franca sospecha y hasta con desprecio. La discriminación se da, ahora podemos comprobarlo claramente en ambas direcciones. Ellos sospechan que yo soy un bicho raro y un pseudo intelectual wannabe culturoso de mierda, y yo que les gusta un deporte que fomenta que el gobierno los controle, aburrido, básico y verdaderamente intrascendente. Hasta aquí todos felices. Muchos años tuve lista mi respuesta sobre un equipo favorito y la gente me dejó en paz, ahora solo guardo silencio hasta que se dan cuenta que mi falta de interés es patente, como en el caso de la quiniela y el partido del comedor de la empresa.

El fut y el billete

No nos engañemos, no se necesita un doctorado en Matemáticas para darse cuenta que en este deporte lo que rifa es el billete y en grandes cantidades, el resto es paja e incautos que aportan lo necesario.

Pensamientos misceláneos

Durante el mundial puse en el estado de mi Messenger que estaba hasta la madre y quería que terminara ipso facto tanto pinche ruido de vuvuzelas al respecto. He de decir que los comentarios recibidos no fueron ni siquiera cercanos a algo amable. Hubo desde ofendidos hasta juicios directos acerca de mi alma y la calidad del comportamiento de mi madre. Y A ella claro que ni le gusta el fut. Que si era yo un amargado, nada nuevo, que si era un culero, ok a veces, que si que falta de espíritu, etc. etc. etc. La mayoría comentarios soporíferos de reacción hacia algo en lo que yo tengo todo el derecho. A la chingada con su mundial, pongámonos a ver como organizamos diferente el cochinero de mundo que tenemos. Si amargado, culero, bla, bla. Todo eso.

Quiero confesar para regodearme nuevamente lo siguiente. Cuando más emocionados estábamos como nación que si pasábamos a cuartos de final y así (¿pasamos o no? Casi puedo afirmar que no) como ocurre en todos los mundiales desde que era un chaval, estuve a punto de hacer una campaña de oración masiva para que perdiéramos de una puta buena vez, solo para poder ver las caritas de todos mis connacionales, con rayitas pintadas de la bandera nacional, ponerse largas, largas, y tristes casi hasta las lágrimas. Carajo tanta tensión es mejor que se resuelva y pronto.
Este punto ya es un cliché del tamaño de Chihuahua pero no puedo dejar de hacer notar lo patético del alma mexicana, reflejado en las esperanzas de ganar en algo, y como un flashback ir a toda madre, muy emocionados para al final perder irremediablemente. Es tragicómico y muy ilustrativo del espíritu nacional. Lo vengo presenciando desde que tengo uso de memoria y en todos los ámbitos de acción, no solo el deportivo.

Vivo en una ciudad futbolera, en un país futbolero y también ¿por qué no? en un mundo futbolero……. Pero la diferencia es que ahora, después de haber escrito esto ya no tengo que tener ninguna postura al respecto. Será mejor guardar silencio o volver a decir que le voy a las chivas o al atlas.

2 comentarios:

  1. Pinche urraca amargada!!!! arderas en el infierno por no ser "Futbolero".

    Si bien el futbol es parte de nuestra cultura es claro que no somos muy buenos en ello y mas aun cuando es nuestro deporte nacional. Deberiamos de voltear mas a los paraolimpicos envez de pagarles millones a inutiles

    En fin en palabras de alguien muy sabio.

    En tiempos de mundial el pais se vuelve Atlista y la seleccion en el Atlas.

    El que lo entendio que bien el que no pues...

    DALE REBAÑO!

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  2. Pues si de pasión se trata master...bendito Septiembre, gracias NFL¡¡¡¡
    Panbol, sí pasión de masas, y fuga proyectiva de naciones, individuos sedientos de no luchar sus propias batallas y elegir alfiles surrealistas..¡¡¡ Jajaja salu2 mi Diego bien por este Blog my friend...

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