jueves, 15 de octubre de 2009

Crònica de un posible dengue

Esto està de la chingada.

Antes de contraerlo mi concepto del dengue se limitaba a lo que salìa en los medios y a las declaraciones del por demàs pendejo, inconsciente y chueco tapadera de los negocios ilìcitos del gobernador borrachìn.

El tipo siempre que lo veìa trataba de repetir los argumentos falaces que usan los polìticos cuando los entrevistan para hablar mucho y no decir nada. frases escogidas con cuidado que repiten machaconamente y digo trataba por que este guey no entiendo como aprobò ni la secundaria y es doctor, ni siquiera hablar puede y suda como cerdo mientras miente, y miente mal.

El lunes empezè a sentirme raro, pero siendo un tipo muy dado a las manifestaciones psicosomàticas y teniendo toneladas de trabajo por hacer, decidì ignorar el malestar y seguir adelante. total la cabeza me duele bàsicamente todos los dìas.

El Martes como a las 12 la cosa se fuè poniendo màs y màs bizarra. un dolor de cabeza formidable y sìntomas parecidos a los de una gripa marca chamucho, pero sin gripa. El cuerpo comenzò a dolerme como si me hubiera atropellado un minibùs de los que matan gente casi por deporte en esta ciudad. Cerca de las 4 la cosa se volviò intolerable, no podìa pensar con mucha claridad asì que fuì a la enfermera del lugar, quièn al recitarle mi lista de sìntomas me dijo, mira lo màs probable es que tengas dengue, ve al seguro a que te chequen y que te den una incapacidad.

dengue ? le dije, mientras caminaba nerviosamente por el cuarto, mal, muy mal y ahora que procede ? esta ùltima frase es textual.

Al escuchar la palabra IMSS sentì que el suelo se abrìa bajo mis pies. Desde siempre le he tenido fobia a los tràmites buròcraticos pendejos, y en este paìs el IMSS es el rey en esta materia. IMSS pensè, colas enormes, gente jodida y malos olores. pase a la ventanilla 4 que està cerrada y te mandan a la ventanilla 15 donde te atienden cuando se acaban la torta.

puta madre, que horror.

Cancelè con gran tristeza los mùltiples compromisos laborales que tenìa saliendo de mi trabajo de 8 a 5, casi con làgrimas en los ojos, al pensar en el dinero que perderìa.

Me fuì a mi casa a recostarme y al cerrar los ojos caì en un estado de dolor atroz de huesos y articulaciones. No tenìa fiebre pero no era necesario para sentir que estaba chupando faros. Mi cabeza estaba seguro que estallarìa en cualquier momento. Habìa ya pasado septiembre, el mes del testamento y yo por supuesto no habìa hecho nada al respecto, este año como todos los demàs que veo el anuncio en la caja idiota. Total no creo que nadie se peleè por las 4 garras que poseo.

Fuì al seguro a las 6 de la tarde y todo fuè coser y cantar, dejè mi tarjetòn y a los 10 minutos un doctor amabilìsimo me atendiò y con una sonrisita un tanto irònica me dijo que si que efectivamente lo màs probable es que tuviera el dengue merequetengue, y que debìa realizarme unos anàlisis URGENTES al dìa siguiente a las 7 am en una clìnica en casa de la chingada. ¿ a las 7 am? pensè yo, no cabròn pues si quieres me voy de una vez y duermo ahì afuera para llegar a tiempo.

Ya de regreso a mi chante el malestar empeorò sin parar, y pasè una noche infernal, agitado y con dolores del tipo que en el tròpico llaman quebrantahuesos.

Cuando sonò el despertador a las 6:30 am, casi se me salieron las làgrimas y maldije a todos los integrantes del sistema pùblico de salud. Hecho un estùpido lleguè al centro mentado de salud, con la convicciòn de que esa hora no habrìa mucha gente. Pobre iluso.

Habìa una cola de sin exagerar 150 personas con todo tipo de enfermedades. Aquì si no tengo algo seguro me lo consigo, pensè. Despuès de hacer una hora de cola en un lugar que parecìa un cìrculo del infierno de Dante pero regiòn 4, por fin lleguè a que me tomaran la muestra. Una señora guacareò frente a mì y le dieron la bolsa del bote de basura para que se la llevara.

La pendeja enfermera por estar charlando tuvo que picar mi humanidad no una sino dos veces, para despuès ladrarme a gran volumen, CIERRE EL BRAZO, CIERRE EL BRAZO, CIERRE EL BRAZO. chale con esta gente, de buena gana le hubiera clavado mi jeringa en el ojo.

Total el juego propuesto por estos carnales profesionales de la salud era que despuès de mis anàlisis "urgentes " yo debìa ir a mi consultorio de nuevo para que el dr en turno me confirmara si tenìa dengue o solo era uno màs de mis montajes de hipocondria aguda. Cosa que dudaba ya que nunca habìa sentido algo similar. Los anàlisis serìan entregados por un mensajero a las 10 am en mi clìnica.

Dormì como una roca de 8 a 12:15 que tenìa que regresar al consultorio

LLego 12 :30 y meto mi cartilla de salud en una cajita, me extraño que no hubiera un sujeto que cobrara por hacer la funciòn de la cajita. ( La vex pasada juro que vì que cobraba un tipo por sacar las impresiones de la impresora, vaya puesto, Kafka estarìa enternecido aquì) Segùn yo para ganar tiempo pregunto por los anàlisis a la señorita que esta charloteando con otras tres urracas sin hacer nada y despuès de 5 minutos se levanta y me dice no joven los anàlisis los debe recoger ud. Ah chingà chingà le digo. a mi me djieron lo contrario y lo corroborè en el antro infernal al que fuì esta mañana oiga. pues no aquì no llegaron ningunos anàlisis, preguntè en el archivo.

Voy al archivo que està desierto y un buròcrata sale y me dice ahorita regreso. Yo lo deambular por el antro de salud sin hacer nada concreto y a los 10 minutos entra y vuelve a irse. ahorita te atiendo. le tiro mi pregunta y me dice no pues mira tiene que venir la encargada del consultorio. no mames. regreso al consultorio y la misma idiota me espeta en la cara que la encargada viene hasta dentro de 45 minutos. Que belleza de paìs.

Espero con la paciencia de un cadàver y sintiendome idem, a la responsable, la cual me dice no pues joven, esos anàlisis llegan hasta mañana. no sè para que lo hicieron venir. por lo menos mostrò algo de empatìa lo cual le agradecì profunda y paradòjicamente. Ya que una vez màs me sentì completamente vejado como ciudadano por el gobierno.

24 horas despuès estos carnales no habìan podido ni diagnosticarme, de no ser por la incapacidad laboral que requerìa me hubiera ido a un hospital privado a que me robaran pero por lo menos no hubiera esperado tanto.

La peor parte de la enfermedad me la pasè en horribles dependencias de salud y tirado en mi casa casi sin poderme mover. Al rato repetirè la pesadilla de ir al consultorio a ver con que idiotez me salen ahora.

Por lo pronto el dìa de hoy llevo dìa y medio sin chambear y ya me siento un poco mejor, lo suficiente para maquinar esta crònica de un muy posible caso de dengue.

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