miércoles, 15 de julio de 2009

Rhinoseptumplastia con radio frecuencia 1

Odio los seguros y a los mèdicos.

Lo confirmo una vez màs, aunque en esta ocasiòn logrè gracias a uno de ellos , Monterrey New York, instalarme en el caro y muy lujoso hospital de puerta de hierro-narcolandia para arreglar un asunto que me habìa urgido casi toda mi vida. Mi pendeja nariz y su defectuosa manera de respirar.

Contemplando el panorama desde el piso 23 donde mi nuevo doctor tiene su consultorio, me doy cuenta de lo cabrones que son estos de los seguros, tu les pagas por años un billete, en este caso ni siquiera lo pague yo, pero para efectos pràcticos es lo mismo, y cuando tienes una necesidad real de usarlo, ellos se dedican a darte largas y ver de que manera NO pagarte.

Mi mirada se pierde a lo lejos hacia el valle en el que se aprecian un chingo de torres gigantescas que brotaron como psilocibes mexicanas en la primavera en tiempo de aguas, parecerìa que apenas ayer no estaban aquì......

Por cierto que este valle que se armaron algunos prominentes tapatìos para lavar toneladas de billetes verdes no les quedò nada mal. Lo que no entiendo es quien chingados va a vivir en todos esos deptos de millones de dòlares o cuantos pinches corporativos habrà en tapatilandia que puedan aforar tamañas oficinotas, pues si no es Miami o Beverly hills pues. Pero, de que està bonito lo està.

Esto de la operaciòn de nariz tuvo una historia larga.

Toda una vida de roncar como camionero y hacer malabarismos para comer, hablar y respirar por la boca al mismo tiempo. nada fàcil aunque he de confesar que soy un hueso duro de roer, porque a pesar de tener el tabique desviado y un cornete del tamaño de Chihuaha no me he perdido de nada. Incluso he subido un par de cerros nada despreciables y caminado muchos kilòmetros de veredas sin quedame demasiado atràs, aunque si puteando y quejàndome sin parar.

Cinco reportes de accidente y dos informes mèdicos fallidos, Una segunda opiniòn mèdica ya que el seguro sospechaba que me los estaba chingando, cosa que efectivamente era cierta, Tres quejas formales al interior de la aseguradora, cuatro colgadas de telèfono a una señorita pendeja que me contradijo hasta sacar lo peor de mì, un doctor previo que la cagò al llenar el informe mèdico y cuando por fin me dieron una carta hospitalaria los honorarios le parecieron ìnfimos y poco adecuados a su realeza mèdica.

Siempre me ha cagado hacer tràmites burocràticos y en general tengo mala suerte cuando los hago. Pero en esta ocasiòn lleguè triunfante a mi cita con el cuchillo a las puras 7 am.

Tengo la impresiòn que los doctores se regocijaban antes de la cirugìa. Bromeaban jocosamente acerca de mi cara de bebé después de haberme afeitado y cualquier respuesta que les daba les parecìa simpàtica y buena onda. Mientras hablàbamos casi pude oìr al doctor afilando la cuchilla.

Te voy a poner algo para que te relajes eh, me dijo el anestesista, y yo le contestè ah si excelente, para mal terminando la frase ya estaba yo anestesiadamente hasta la puta madre, sumido en un sopor nunca antes experimentado.

Està vivo, dijeron las enfermeras mientras yo luchaba por salir de la inconciencia en que me habìan sumido los mèdicos antes de serrucharme la nariz por adentro.

Una vez que abrì el ojo procedieron a preguntarme algunas cosas de las que francamente no recuerdo en absoluto.

Recuerdo vagamente el camino hacia mi cuarto, por cierto que el hospital era verdaderamente lujoso, digno del Chapo Guzmán, que seguramente es miembro del consejo y aportò generosamente para que levantaràn un buen santuario de la medicina moderna.

Durante el dìa dije gracias señorita por lo menos unas 10 veces a todo el que entrò y saliò de mi cuarto y comì todas las gelatinas que pude, pasándomelas con juguito de lima.

Puta, que bien que por fin lo hice me repetìa en mi fuero interno, despuès de esto voy a respirar como una pinche aspiradora koblenz, ya lo veràn.

Ahorita tengo la nariz taponada e hinchada y ciertamente he tenido momentos màs agradables, pero ya quedan pocos dìas para el lunes, mi primera curaciòn.

Ayer me dijo mi doctor que apelarìa con los jotos del seguro para conseguir un aumento en sus honorarios y yo le dije que me parecía fantàstico y que ojalà hubiera buenos resultados, a lo que el me respondiò que estuviera tranquilo que si no aceptaban yo tendrìa que cubrir la diferencia.

Yo le deseè de todo corazòn mucha suerte.

1 comentario:

  1. Esperemos pronto poder decirte "El Coblenz"
    Coreccion, el puerta de Hierro son los dueños de Estrella Blanca (trnsportes) lanudos de abolengo,el hospital de los "compas" es el San Javier....
    Posss felicidades y vien vennido al mundo de los bien ventilados

    Emilio

    ResponderEliminar